(Traducción y adaptación parcial de “Staying Alive In Avalanche Terrain” de Bruce Tremper 2008, Edición The Mountaineers Books)

ATAJOS MENTALES
Dependemos críticamente de los atajos mentales, un comportamiento que los científicos llaman heuristica, para transitar el día a día en este mundo complejo. La mala noticia es que estos atajos mentales nos pueden jugar en contra. Está comprobado que tendemos a tomar mayores riesgos cuando utilizamos alguno de los atajos mentales que enumeraremos más adelante.
En Evidencias sobre Trampas Heurísticas en Accidentes de Avalanchas (2002) Ian McCammon analiza unos 600 casos de accidentes de avalanchas en EE.UU y descubre que la gente tomó más riesgos enfrentando peligros evidentes cuando se operó bajo la influencia de  uno o más de los siguientes atajos mentales. Gente experta fue igual de susceptible a estos atajos que participantes con menor experiencia y entrenamiento. Explorémoslas de una a una:

Atajo Mental (tendemos a tomar riesgos en estas situaciones) Como la Industria Publicitaria usa (y abusa) de los Atajos Mentales
Familiaridad (nos sentimos más confiados con lo que nos es familiar) “Al servicio de la comunidad desde 1938”
Aceptación (buscar la aceptación de los demás) “Lúcete como una estrella”
Compromiso (comprometerse a un objetivo o rol) “Si te importa tu familia, asegúrate con La Tercera S.A”
Halo de Experto (seguir a un “experto” que en realidad no lo es) “Recomendado por dentistas”
Escasez (competencia por recursos) “Gran oferta!Último día!”
Instinto de manada “Ven con tus amigos a la gran inauguración”

Familiaridad

Todos nos sentimos más cómodos en un terreno familiar y tomamos mayores riesgos por ello. Esto probablemente no sorprenda a la mayoría. Es natural que tomemos más riesgos en montañas cercanas ya que las conocemos muy bien. Pero qué tan bien realmente las conocemos? Partiendo de que la nieve es estable alrededor del 95 por ciento del tiempo, obtenemos una desproporcionada sensación positiva. Como se mencionó anteriormente, el juego de las avalanchas es como jugar con una máquina traga perras en la cual 19 de 20 veces nos premia con un montón de monedas. Pero ocurre que en la pulsada número 20 súbitamente toma todo el dinero que habíamos ganado, te carga $10.000 en tu tarjeta de crédito, y una banda de guardias te pone una bolsa en la cabeza, te da una paliza y te tira en la calle. Luego, cuando nos recobramos, pensamos que no puede ser, si veníamos ganando todas las pulsadas…Entonces volvemos, y nuevamente ganamos y ganamos, hasta que de golpe los guardias, la bolsa y la tarjeta de crédito todo otra vez.
En un sistema como este se requieren muchas “pulsadas” en la máquina para llegar a aprender el lado negativo del juego. En otras palabras, si esquiamos una pendiente particular una vez por semana durante toda la temporada, vamos a sentirnos muy familiarizados con ese lugar, pero probablemente no nos demos cuenta cuando los peligros de avalancha estén al límite. Si sabiamente nos quedamos en casa cada vez que el BPA nos lo dice, probablemente tardemos muchos años en encontrar condiciones suficientemente peligrosas. Por eso no es sorprendente que la gente tome más riesgos en terreno familiar y los accidentes  de avalancha ocurran por esa razón.

Se han comprobado muchos casos de pisters profesionales envueltos en accidentes de aludes a principio de temporada antes de que el centro de ski abriera. Cuando realizan control de avalanchas en terreno empinado pero que usualmente está cubierto de bumps, una parte de su cerebro les dice que esa pendiente nunca presenta problemas, a pesar de que sus ojos pueden estar observando condiciones peligrosas. Irónicamente, el mismo pister temblaría instintivamente si encontrase una pendiente de idénticas condiciones pero en un terreno desconocido de alta montaña.
Conclusión: hay que recordar que el manto nivoso, el tiempo y el terreno no van a variar por ser familiares o desconocidos, y a pesar de ello nos comportamos de manera muy diferente. Cuidado con el terreno familiar!

Aceptación

Todos queremos ser aceptados por nuestros compañeros. Consecuentemente, siempre es más fácil seguir al grupo que levantar la voz cuando pensamos que hay un problema. Es común escuchar gente después de un accidente decir que no se sentían cómodos con lo que el grupo estaba haciendo pero simplemente no dijeron nada. La práctica de una buena comunicación puede al menos aliviar este problema.
Los grupos mixtos de mujeres y hombres son particularmente una combinación peligrosa, especialmente cuando los hombres están tratando de impresionar a alguna mujer del grupo, caso en el que no solo hay competencia por trazar primeros y lograr la admiración de los demás hombres sino que ademas tenemos las actitudes de “macho alfa” características del genero masculino desde el principio de la humanidad.
Biólogos expertos en vida silvestre se preguntaron durante muchos años sobre el comportamientos de las gacelas o de los ciervos, los cuales se pasean frente a los predadores, en vez de huir. Hay evidencias de que lo que hacen es tratar de demostrar a las hembras que son tan rápidos y aptos que pueden enfrentar el peligro sin problemas. Cualquier semejanza no es mera coincidencia.
En el estado de Utah, a pesar de que las mujeres comprenden un tercio de los esquiadores de montaña, desde 1980 solo hubo 4 accidentes fatales sobre 66 protagonizados por hombres. A nivel Nacional (EE.UU) el 7 por ciento de las fatalidades incluyen mujeres. Se piensa que no es una coincidencia que se trate de la misma proporción de mujeres y hombres en prisión. Casi todas las fatalidades incluyen hombres entre 16 y 40 años. Los hombres, especialmente jóvenes, tienen, y siempre tendrán, la inexorable necesidad de ir por el mundo “cazando dragones”, y siempre hay una posibilidad de no volver con vida…
La testosterona agrava la voz, endurece los músculos y agiganta el ego, pero a las avalanchas no les importan estas cuestiones, ellas arrasan con el fuerte y el débil de la misma manera, aunque no arrasan de la misma manera al esquiador preparado y atento. En cuanto a las mujeres, esta claro que no tienen problemas en decir que algo les preocupa y así evitan riesgos innecesarios.
Conclusión: cuidado con las situaciones en la que estás tratando de hacerte famoso, o ganar la admiración de tus compañeros o de personas del sexo opuesto…

Compromiso

Esto no se refiere simplemente al compromiso por lograr un objetivo, sino al compromiso a una identidad o rol. Por ejemplo: alguien se considera a sí mismo un gran esquiador y mucho de su personalidad y autoestima están basados en esa creencia. Por consiguiente, su inconsciente (quien toma la mayoría de las decisiones) razona: “los grandes esquiadores bajan pendientes empinadas como esta que tengo enfrente. Que voy a hacer yo, que soy un gran esquiador?”. Y luego se larga a esquiar sin considerar los obvios signos de inestabilidad que había notado mientras subía. Para él, después de todo, los grandes esquiadores no dan la vuelta.
Compromiso también significa el “atenerse al plan original” testarudamente, sin tener muy en cuenta las tantas variables que hacen que las condiciones cambien de un momento a otro.
Conclusión: no ser rígidos ni con objetivos ni con nuestra propia idea de identidad.

Halo de Experto

Obviamente, escuchar a expertos es algo positivo. El problema surge cuando el experto no es tan experto. Muchas veces aparece como líder el más carismático, o el mejor esquiador o la persona mayor, lo que no significa que sea el más preparado para manejar los riesgos de avalanchas.
Conclusión: tener cuidado en quien confiar como líder. Esta en uno mismo tomar decisiones propias cuando las de otras personas no parecen correctas.

Escasez (o Competencia)

Esto se refiere a la escasez de recursos (polvo sin rayar, en nuestro caso) cuando varios grupos compiten para ir primeros. También se refiere a la competencia entre los propios miembros del grupo. Después de una buena nevada, es común ver en lugares concurridos una frenética competencia por rayar las mejores pendientes, con gente haciendo locuras que no harían si estuvieran solos en la montaña. Sigue siendo el mismo terreno, las mismas condiciones y el mismo clima. Solo son diferentes las condiciones de factor humano.
Conclusión: si otro grupo quiere pasar primero, mejor dejarlos que lo hagan…Competencia y peligro va de la mano.

Instinto de manada

Son las situaciones en que observamos a otros en busca de pistas que nos indiquen como comportarnos. Como en una cena elegante en la que no se está seguro de que tenedor se usa para cada plato, entonces se mira lo que hacen los demás.
Se piensa que el Instinto de manada es una de las grandes causas de los accidentes de avalanchas. Claramente el humano es la criatura más social del planeta. Estar en grupo esta directamente relacionado con mayor seguridad en nuestros cerebros, como en la mayoría de los seres vivos sociales. Esto puede haber sido beneficioso en épocas en que los osos y los leones eran la mayor preocupación de la gente, pero en terreno de avalancha tiene el efecto contrario porque no solo significa más desencadenamientos sino también más gente enterrada en caso de que exista un alud.
De todas formas el efecto más importante del Instinto de manada es relativo a la percepción. La mayoría de las personas admiten que se sienten más audaces dentro de un grupo que solas, un fenómeno llamado “risky shift” (algo como “cambio en la percepción del riesgo”) por los científicos que estudian comportamiento. Esto fue notado primeramente en la comunidad de negocios, donde las decisiones tomadas en grandes comisiones tienden a ser más arriesgadas que las tomadas por comisiones de pocos miembros.
En terreno de avalancha, no importa si estás en un grupo grande o pequeño, la inestabilidad sigue siendo la misma. Desde el punto en que el riesgo no existe hasta que agregamos personas a la ecuación, a mayor cantidad de personas, mayor el riesgo. Y no solo por el aumento del número, sino por el cambio en la seguridad percibida. En otras palabras, a medida que el grupo aumenta de tamaño (y los riesgos también) la percepción de riesgo disminuye. Mala combinación.
Conclusión: evitar grupos grandes (4 es el número clave, según estudios) y especialmente evitar el encuentro de varios grupos, ya que se agregan problemas de Aceptación y Competencia.

Fecha: 31 Mar 2020

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Categoría: Divulgación, Formación

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